miércoles, 16 de mayo de 2012

@preynae platica su visión sobre EPN en la IBERO.

… algunas notas sueltas para ustedes, estudiantes de la ibero… #somosmásde131… ... mucho ha pasado desde el 11-M… No, no pretendo hacer un nuevo recuento detallado de lo que sucedió, ustedes ya lo han dicho y escrito en decenas de blogs, entrevistas y videos. Van algunas reflexiones que les quiero compartir…

• Hay quienes han dicho que preferirían que universitarios hubieran hecho salir a EPN por la puerta de atrás con la fuerza de sus argumentos, de sus ideas. Puede ser. Puede ser en condiciones de diálogo, de mutuo reconocimiento de interlocución. Eso no sucedió aquel viernes. Quienes estuvimos ahí presenciamos un pedazo, apenas un engrane, de la maquinaria priista operando… esa maquinaria que suele ser silenciosa como reloj suizo. El tic tac de los elementos de seguridad quitando las cartulinas preparadas para protestar pacíficamente; tic, entrar al auditorio cuyas primeras filas ya estaban ocupadas por simpatizantes del candidato; tac, el rumor generalizado de que aquel hombre de traje negro estaba ofreciendo 250 pesos para que los estudiantes no hicieran preguntas críticas; tic, la presencia del estado mayor presidencial y su tomar fotografías a quienes se manifestaban; tac, la actitud de la senadora esposa de uno de los Moreira que buscaba coordinar e-ctivistas para invisibilizar protestas… ese tic tac, esa maquinaria aceitada, es, desde mi punto de vista, violencia. Por eso, los argumentos no serían suficientes… por eso se contagió el repudio, la molestia. Allí, frente a la maquinaria aceitada, el grito espontáneo. Esa indignación, en un primer momento, se siente y allí radica una parte de su fuerza. El codo a codo de compartir la sensación de que las cosas están mal y de que sí, muchos, estamos hasta la madre.
• Y el cinismo. El cinismo del que tuvo el micrófono para decir ‘si no los convenzo, no pasa nada’ (…de todos modos seré presidente…). El envalentonamiento para retomar el escenario y –en tono de buscapleito- afirmar categóricamente que él es el responsable del operativo en Atenco y de sus saldos (2 muertos, 200 detenidos brutalmente golpeados y más de 40 mujeres torturadas sexualmente por sus fuerzas del orden)… y la mentira cínica para el final “la SCJN lo ha validado”… El enojo se esparció…
• Lo que siguió fueron los rechinidos de la máquina, del acero rechinando contra otro metal, chispas volando… El control de daños, media setting, del presidente del pri, los adjetivos descalificativos, los encabezados del oem, los opinólogos de profesión, el itamita en el video epn, las amenazas… Sí, basto una muestra de indignación para develar que el sistema sigue operando.
• El post 11-M ha sido emocionante. El valiente video que organizaron y publicaron en redes sociales; sus propios testimonios de los que sucedió (http://iberoalzalavoz.blogspot.com); sus muy diversas participaciones en medios de comunicación; su cuestionar de frente a quienes los difamaron –dentro y fuera de la ibero-; pero sobre todo mirarlos, comunidad de estudiantes, conocerse, dialogarse, saludarse, reconocerse, debatirse, cuestionarse, unirse… Caminar por la ibero estos días ha sido como llegar a puerto. Todos cuentan sus historias en el mar: la tormenta, la marea, la pesca, la aventura. Emociona verlos orgullosos de ustedes y de su universidad.
• He platicado con muchos de ustedes. Su riqueza, su potencial está en su diversidad. En esa diversidad de grupos que se encontraron aquella mañana, se encontraron y se reconocieron; en la diversidad de indignaciones que sienten. La tentación será fuerte, pero no pierdan esa diversidad. Ojalá encuentren espacios de reconocimiento, deliberación y decisión que se potencien en sus múltiples intereses, conocimientos, argumentos, pasiones… Mírense, refléjense en otros movimientos, otras experiencias. OWS, los movimientos estudiantiles de México y Latinoamérica, los jóvenes que acompañan el MPJD.
• La coyuntura electoral es un canto de sirenas. Un canto de sirenas que nos desvía a todos de la emergencia nacional que estamos viviendo, que nos desborda, que nos desangra. Sí, “EPN en la Ibero” fue más noticia que la masacre de Cadereyta; cubrió esa derrota que es la autoexilio temporal del padre Solalinde. Les escribo con la emoción y esperanza de que miren a su país y sean activos constructores de la paz justa y digna que anhelamos.
• Como estudiantes universitarios que son, ojalá nos piensen y critiquen y propongan cómo hacer de esta nuestra universidad, la Universidad Iberoamericana, un espacio aún más digno.
• Eso, eso quería escribirles, compartirles. Cuentan conmigo, con mi palabra, mi respaldo, mi crítica (cuando así lo sienta), mi solidaridad, mi amistad….

Pablo Reyna Esteves (@preynae), colaborador del Programa de Interculturalidad y Asuntos Indígenas…

martes, 15 de mayo de 2012

Ana S. nos cuenta su versión.

Como muchos saben soy alumna de 4to semestre de la carrera de nutrición en la Universidad Iberoamericana.

Este viernes estuvo en las instalaciones EPN y sí, como lo hemos estado informando desde facebook o twitter (ya que en los medios de comunicación como Televisa o El Sol de México no se menciona la verdad) no tuvo la bienvenida que él esperaba. Seguramente pensó (como muchos pueden pensar de los que estudiamos ahí) que simplemente iba a llegar, decir unas cuantas cosas bonitas y se iba a ir como se va el galán de alguna telenovela: sonriente y victorioso. Nadie esperaba que fuéramos a alzar la voz y a demostrar que somos personas con capacidad crítica e informados...¿creían que ibamos a alabar sus atributos físicos o a tomarnos fotos con él?

Yo soy de las alumnas de la IBERO que estuvieron manifestandose el viernes, no me da pena decirlo y nunca será así, al contrario, estoy ORGULLOSA de todos los que nos levantamos y nos expresamos libremente.

El viernes demostramos (NUNCA con insultos, violencia o de forma irrespetuosa ) que los estudiantes somos los que tenemos en las manos la posibilidad de cambiar nuestra situación o de quedarnos estancados en la misma abulia en la que ha estado sumergida la mayor parte de la sociedad mexicana. No estamos ciegos a la realidad del país y si nosotros no hablamos...entonces quien lo va a hacer???

Regresando de la presentación de EPN mis amigas hacían comentarios como "aaagh me da pena ser de la ibero", "si no les gusta lo que dice Peña Nieto para que van?" o "pinche gente naca", YO la verdad prefiero ser tachada de "revoltosa", "porra" o "naca" ha dejar que otros impongan un gobierno de gente inculta y represiva...gente! por quedarnos callados el país está como está!!!

OJO no estoy diciendo que sus opiniones sean buenas o malas, solo digo que si nos quedamos callados que no nos sorprenda entonces el hecho de que nuestros derechos sean pisoteados sin reparo alguno.


Tengo la esperanza de que podemos abrirnos paso en esta sociedad tan lastimada por los tantos gobiernos que han pasado y que han hecho que la mayoría de la gente pierda la esperanza en México.

Hagamos que este 11 de mayo no se quede en la memoria y sobretodo recordemos "La verdad nos hará libres".

lunes, 14 de mayo de 2012

Lalo López nos cuenta su versión.


Sin pena, ni mentiras.


Enrique Peña Nieto estaba sentado, de piernas cruzadas. El rostro adusto. Los ojos hundidos. Sonríe, a fuerzas; como si dos hilos le colgaran de las mejillas y fueran jalados por algún ente invisible para levantarle los labios y disimular concordancia. A su lado, el Rector de la UIA, José Morales Orozco, observa calmo el devenir de la confrontación. Frente a él, un mar de pancartas. Un océano de dialéctica. No le querían. Lo sabía. Puños vociferantes, escondidos entre la maraña de cabezas y cartones pintarrajeados, claman por una justificación, casi 6 años después, del Caso Atenco. Otros, los menos, pero no tanto, acallan el escrutinio con ‘odas’ al ‘presidente’ que ‘se ve y se siente’. Una olla express. Entre palabra y pausa hay murmullos. Cada cuanto un grito. Y cada corpus es interrumpido. Le demandan ‘cómos’. Toda voz que se oiga es silenciada casi unánimente. “Respeta”, reclaman de mala gana voces que provienen de cualquier lado. Cartelones, preguntas, micrófonos, cámaras, copetes plastificados, algunos salpicados de pintura roja, chamarras enrojecidas; jaloneos. Un perpetuo empellón verbal. Palabras como escupitajos. Cuán impredecible la vida es cuando no existe guión alguno al cual seguir. El guión está hecho trozos.

Son las 9:00 de la mañana. Un camión de la Policía de Toluca transita sobre la calle Prolongación Vasco de Quiroga, y se estaciona frente a la Puerta 10 de la Universidad Iberoamericana. No dista mucho de la estructura de un camión de pasajeros, está pintado de azul y vivos en blanco. Se abren las puertas. Bajan varias personas, una por una. Rápido, dando brinquitos de un escalón al otro. Sale el último. Son 30, 35 acaso. Se reunen en grupos. Se quedan parados de frente a la puerta, pero aún no entran. Como si estuvieran esperando a alguien, o una orden para hacer algo. Sólo ven a los alumnos que sacan sus credenciales, las muestran a los guardias, y entran a la Universidad. Cuchichean. Siguen esperando. Se sientan en las jardineras de cemento. Cruzan los brazos. Esperan.

Una fila no muy larga sale de la puerta del Auditorio Sánchez Villaseñor, curvea las macetas encuadradas por las bancas de níquel, y termina cerca de la Explanada Central. A cada minuto que transcurría, la fila doblaba su extensión del minuto anterior. Integrantes de COPSA (Consejo de todas las Sociedades de Alumnos de la Universidad Iberoamericana) exigían que los formados mostraran sus credenciales de alumnos o ex-alumnos de la Ibero, y les repartían boletos para entrar a la ‘conferencia del candidato’, aunque esto ‘no era garantía de poder entrar’. Delante de mí habían no más de 50 estudiantes. La espera fue breve. En tan sólo 10 minutos, el Auditorio abrió la boca, y de un bocado se engulló a la hilera. Por si las dudas llevaba un libro, por aquellito de las demoras perennes, y el minutero que avanza, incontenible, y lento, en espera de alguien o algo que, tal vez, no valga la pena. 5 páginas y pa’ dentro. No recuerdo lo que leí.

“¿Qué tiene dentro de su mochila?”, me cuestiona un miembro de seguridad. “Mi cámara, solamente”. “Ah, pase”. Justo antes de entrar al Auditorio se había montado un ‘cordón de seguridad’. Guardias que cacheaban aleatoriamente a los que deseaban entrar, como antes de entrar a un concierto o un estadio. Una mesa donde las mujeres debían poner encima sus bolsas, para que éstas fueran manoseadas y revisadas; como en los aeropuertos. Sólo faltó la máquina de Rayos X.

50 estudiantes delante de mí. Al Auditorio el caben 500. Cuando entré, la mitad de las sillas ya estaban ocupadas. Como un acto de ilusionismo. Desconocía las nuevas tácticas del acarreo político, aquella tierna y dinosáurica tradición mexicana, la cual ha arraigado los más flamantes y ciclópeos números mágicos entre su repertorio de repugnantes tácticas. Sabrá Dios (o la magia, o algún politiquillo infiltrado en la organización del magmánimo evento) lo que haya sido. “Aplicaron el relleno de urnas, la argucia electorera predilecta de unos que otros, a escala humana. Les salió”. En efecto, habían invitados del candidato ‘fuera de lista’, algo que, según Reforma, malhumoró a los guardias de la Ibero. Pero no eran todos los que ya estaban sentados antes de que los estudiantes entraran. Habían, aproximadamente, 40 espacios reservados para los alumnos egresados que lo hubieran requerido con días de antelación. Afuera, las sillas de plástico naranja, solitarias. Aguardaban la batalla. Muchos alumnos que tenían planeado estar en la conferencia, y que por simple inferencia estadística cabían en el Auditorio, no pudieron entrar. Sus asientos ya habían sido ocupados.

Fotógrafos que pulían sus lentes. Camarógrafos que libran épicas escaramuzas con monstruos de tres pies y mil cables como brazos. Reporteros que empuñan sus plumas. Las cámaras están sobre una pequeña tarima al fondo del Auditorio, de espaldas a la puerta principal, de frente al estrado, y detrás del público. Todos están ‘acreditados’; portan en el pecho dos calcomanías rectangulares, una de fondo rojo que dice ‘PRENSA’ en letras blancas; la otra es un recorte a escala de la imagen oficial de campaña, el ‘Enrique’ dentro de un rectángulo rojo, y el ‘Peña Nieto’ en verde y rojo, acomodado a la derecha del nombre. De primera impresión parecía que todos pertenecían al equipo de prensa de Peña. Conforme la hora de la conferencia se acercaba, y más reporteros y camarógrafos llegaban al Auditorio, todos portaban los mismos distintivos. Incluso si en sus chalecos estaba bordado el nombre y logo de sus respectivos medios. ‘Quieren controlar a toda la prensa’, mencionó un alumno en la víspera. Al menos, la finta sirvió.
Al cabo de 20 minutos después de que entré, al Auditorio no le cabe una aguja. Hay sobrecupo. Los que no alcanzaron lugar se arrinconan o se pegan a la pared para dejar libres los pasillos laterales. Los reporteros se agazapan los unos contra los otros, y siguen luchando contra la maraña de cables regados por doquier. El ‘status quo’ impuesto. Un grupo de jóvenes está en primera fila. No son muchos; a lo más 10. Hombres y mujeres. Me son conocidos algunos, compartí salón de clases en la secundaria con un par. No están sentados. Son, de hecho, los únicos que están en pie en todo el Auditorio. Chacotean. El sonido de sus manos como misiles chocando, y palmadas en la espalda como golpeteos para desatorar del cogote un pedazo de comida; son saludos fragorosos. Mueven la cabeza, para delante y para atrás, en rítmico vaivén, como si la noche del antro se hubiera extendido a la mañana iberiana. Vestidos de rojo; o camisas, o chamarras, o suéteres. Rojos tenían que ser. Sus carteles los dejaban reposar en las sillas, como soldado que acuesta y acaricia su arma antes del combate, para que la pólvora se asiente; como quien afila su florete antes del duelo, aviado por las chispas, que de no ser controladas podían devenir en fuego. Los carteles decían #CONTIGO HASTA LOS PINOS en una cara, y en la opuesta una ‘@’ que cubría casi todo el frente, de fondo rojizo (qué si no), por encima de la palabra “ectivismo”. Comenzó pronto el barullo. Un alumno que el Diario Refoma identificó como Fernando Esquivel, ubicado a la mitad del foro en la columna de la derecha de frente al estrado, levantó sus brazos por todo lo alto; sus manos sostenían un cartel verde que decía: “Ni un aplauso a este asesino”. Lo mostró al frente, como para enseñárselo a los ‘ectivistas’ que aguardaban impacientes a su candidato en primera fila. Aplausos. Vítores. No todos. Algunos callaron, y sólo observaron. En tanto, aparecieron más ‘ectivistas’, dispersos entre la audiencia. Uno por aquí. Dos por allá. Y algún otro por ‘acullá’. Jóvenes. Adolescentes. Adultos maduros. Regados, eso sí, por todo el cuadrante. Como impulsados por un rayo, se pararon. Desenvainaron las espadas. Aferraban poderosos sus carteles rojos de doble cara. Furibundos. Bramaban. Subían, y apenas bajaban sus consignas, vehementes, fugaces. Cada vez que la volvían a estirar por todo lo alto de sus extremidades erguidas su grito era más vigoroso. Enterraban sus dedos arqueados en los carteles. Un furioso “Peña Presidente”, estruendoso, repiqueteó las paredes. Y el abucheo. La guerra. La olla express ya estaba expuesta al fuego.

Peña Nieto había desistido de visitar la Ibero en dos ocasiones. En marzo de 2011, en el marco del Foro Mi Visión de México 2020, el entonces gobernador del Estado de México no contestó la solicitud enviada por el Departamento de Comunicación Institucional y COPSA para tomar parte del evento, que consistía en un maratón de conferencias oficiadas por políticos de calibre y atendidas por estudiantes, en aras de fortalecer el diálogo democrático a poco más de 1 año de distancia de las elecciones presidenciales. Santiago Creel (entonces Senador por el PAN), Manlio Fabio Beltrones (entonces Presidente del Senado), y Josefina Vázquez Mota (entonces Secretaria de Desarrollo Social), accedieron a la invitación. La segunda ocasión que Peña Nieto optó por agendar para otra ocasión su visita a la Ibero fue en el presente curso, para coronar el proyecto Buen Ciudadano Ibero, impulsado desde las altas instancias de la Universidad y replicado por los Departamentos Académicos, el cual pretende como fin primordial inculcar a la ‘Comunidad Ibero’ a que participe activamente en el proceso electoral, enarbolar la cultura ciudadana y civil, informada y crítica, combatir el nepotismo y la desgana. Gabriel Quadri y Andrés Manuel López Obrador ya habían suscrito al ejercicio. La presencia de Josefina Vázquez Mota, que estaba confirmada para el martes 9 de mayo, quedó cancelada en la semana, y acomodada hasta un mes después. Peña Nieto se había negado a concurrir. La fecha original de su presentación era el jueves 26 de abril. “Miedo a salirse de su burbuja”, “Temor ante los espacios no controlados”, replicaban los medios. Desde su desaire literario en Guadalajara a principios de diciembre de 2011, Peña Nieto se recluyó en mítines sigilosamente ideados y condicionados para la parafernalia tricolor, y platós debidamente iluminados. No más. Debía enfrentar a su némesis; la sociedad informada, crítica, y sin predilección alguna por determinado signo político.

Las paredes del Auditorio parecen ser golpeadas por afuera. Los reporteros, y uno que otro estudiante con cámara en mano, salen corriendo para ver qué pasa. El resto del público dentro del Auditorio sólo voltea a ver. Se escuchan gritos por fuera. Una alumna, sentada frente a mí saca su celular de una de las bolsas de su pantalón. Lo ve, y le comenta a una compañera suya, quien está sentada frente a ella, que ‘se agarraron a golpes afuera. Hay unas señoras que vienen de Cuajimalpa, manifestándose, y no las dejan entrar’. Ninguna mirada se mueve de la entrada principal. Los ‘ectivistas’ han guardado su carteles. Las puertas se abren. Un revoltijo de hombres, en ronda, caminan sin ver por dónde van. Rodean a alguien. Los fotógrafos se arremolinan en torno al contingente. Entra uno, y con él otros tantos. Llovían ‘flashes’ de las cámaras. En medio de todos, un hombre sonriente, de corbata roja, de vivos blancos, y verdes; traje impoluto, oscuro. La cabellera relamida, densamente engominada. No muy alto, incluso enclenque. Los fotógrafos que le rodean y los miembros de su equipo de seguridad son más altos que él. Hay que subirse a las sillas para verlo. Saluda al techo. A las paredes. A uno que otro estudiante. La guerra de voces se vuelve a activar. El ‘BUUUUU’ retumbante hace temblar las paredes, y titiritar los tímpanos, pero las pancartas de los ‘ectivistas’ son muy grandes, muy rojas, muy visibles, muy escandalosas sin gritar tanto. Peña Nieto se detiene a saludar a un hombre, de edad avanzada, que estaba sentado a orillas del pasillo por el que iba pasando. Le pide a quienes lo siguen que lo esperen. Se toman del hombro. Charlan unos segundos. Se conocen, parece. Se despiden. Sigue caminando, entre bipolaridad titánica. Los aplausos y vitoreos son tan rotundos como los abucheos. Saluda a varios de los que están sentados en la primera fila de la columna de la izquierda del Auditorio. Pedro Joaquín Coldwell, Presidente del PRI, está entre ellos. No recuerdo haberlo visto cuando entró. La plana mayor del priismo está ahí. Sigue caminando. Sube al estrado por una escalera ubicada a la extrema izquierda del auditorio. Sigue saludando a la nada. Sigue sonriendo. El cabello le brilla, es tan negro y la luz le pega de frente que, si se le ve de reojo, parece blanco. El Rector de la Ibero lo acompaña, casi inadvertido de las miradas. Peña Nieto saluda a los acompañantes del Rector. Se sientan. Se llama al silencio, a la tolerancia, a la compresión, a escuchar, con la condición de dejarse escuchar. La olla express ha sido aparatada del fuego. Eran las 10:17. Llegó tarde. Una voz de hombre se quejó: ‘¡Era a las 10!’ Aplausos. Peña ni se inmutó.

Y ahí estaba, sonriente. De piernas cruzadas. Cómodo. Y ahí estábamos. Algunos cabreados, pero contenidos. Otros admirados. Nadie indiferente. Peña Nieto se paró de su asiento. Camina hacia el estrado. Por ahora todo en guión. La luz le favorece. El Auditorio está callado. Las mantas embadurnadas de pintura roja como sangre están guardadas. Está a salvo. Por el momento. Habla. Saluda y agradece la oportunidad de intercambiar puntos de vista con los estudiantes de la Universidad Iberoamericana. ‘Vengo a saldar una deuda con ustedes’. Mientras habla, los ‘ectivistas’ se ponen sus copetitos de plástico mafufo en la cabeza. Se peinan, despeinándose. Silencio absoluto. ‘Podrán algunos estar de acuerdo o no’, dice, ‘espero, aunque sea un poco, poderles convencer. Y, si no, tampoco pasará nada.’ No pasará nada. (¿?). Peña trastabillea poco; su error más común es cambiar el género de artículos o sustantivos: ‘el responsabilidad’. No dice nada nuevo. Habla de democracia; del latinobarómetrque nos invitó a revisar. De Estado eficaz. De economía. Fanfarroneó, cada que pudo, de sus 608 compromisos cumplidos durante su gestión gubernamental. De datos muy conocidos. No diferencia mucho su retórica de la que había presentado una hora antes durante el programa de radio de Cármen Aristegui. Recicla los mismos datos que mencionó allí. Optó por dedicar 20 minutos a hablar de su “proyecto de nación”, para privilegiar, sorpresivamente, el diálogo con los alumnos. Retórica. “Encantador de serpientes”. Habló mucho, dijo poco. Escueto. Terminó. Los aplausos fueron calmos. Fue la mitad del Auditorio la que aplaudió. El resto se quedó de brazos cruzados. Peña Nieto regresó a su lugar. En el silencio sepulcral, de quienes veían con ahínco, sin pestañear, cada paso que daba el candidato, esperando, tal vez, a que tropezara, un alumno cercano a mí gritó: “¡ahora en inglés!”. Risas. Una mujer, ofuscada espetó: ‘oye, respeta, por favor’. Se instaló el silencio.

Sesión de preguntas y respuestas. Pasara lo que pasara, iba a ser noticia. Los medios harían eco. La dinámica era sencilla, y democrática. Antes de iniciar el evento, los organizadores repartieron fichas al público, quienes debían anotar su nombre en una parte, partirla a la mitad, y regresar aquel pedazo con su nombre escrito, el cual sería arrojado a una tómbola. Se revolvían. Cuando llegara el momento de hacer las preguntas, uno de los organizadores daría vuelta a la tómbola, y sacaría, aleatoriamente, los nombres ‘ganadores’. El premio, la oportunidad de preguntarle cualquier cosa al candidato. Cualquier cosa.

Tenía lista mi pregunta. Mi nombre nunca salió. Sí los de 14 estudiantes, (uno pasó dos veces; aunque a la segunda su participación fue cancelada. Su primera pregunta, de todas formas, resultó inofesiva). Le cuestionaron sobre el modelo económico que planeaba implementar. Ofreció elevar la cobertura de educación universitaria del 30 al 45 %. Y que la política educativa del país corresponde sólo al Estado. Y que serán 4.2 millones más de alumnos de primaria con acceso a Internet. Muchos ‘qués’. Sin ‘cómos’. Al fondo, un joven le increpó por ello: “¿Pero cómo lo vas a hacer?”, exclamó, en tono demandante, álgido. Fue silenciado. “Shhhh”. “No lo callen”, rezongó la alumna sentada frente a mí. Le preguntaron sobre cómo dismunir la dependencia de la economía mexicana de la estadounidense. Otra alumna, inconforme con la respuesta retórica, voceó indignada: “No te preguntaron eso”. Shhhhhh. Fueron las mismas bocas fruncidas, los mismos dientes juntos, quienes la callaron. “Ash, qué no callen a la gente. Déjenlos hablar”, volvió a quejarse mi respondona vecina de lugar. “No interrumpan. Respeten. ¡Qué educación!”, alegó la misma joven que demandó respeto minutos antes, después de que Peña había terminado su exposición. Varios de mis vecinos de lugar la voltearon a ver. Apenas devolvieron su mirada al frente, al candidato, la muchacha, bravucona, volvió a encarar a los ‘irrespetuosos’: “¿Qué me ven? ¿Algún problema?”. Luego, entre dientes murmuró: “pendejos”. Y a cada gruñido, cada palabra fuera de tiempo, y ‘permiso’, cada segundo, el aire se enrarecía. La olla volvía a ser expuesta al fuego, ahora más intenso.

Peña Nieto fue interrumpido dos veces durante la sesión de preguntas y respuestas. Una alumna le preguntó sobre cuáles le parecían los sindicatos más poderosos: Peña respondió: ‘el de maestros, el de los petroleros, y el de la CFE’. Aplausos. Algunos se levantaron, aplaudieron con más vehemencia. Como si hubiera declarado la independencia de un país, o dicho alguna maravilla. Hay a quienes le sorprendía la capacidad de Peña Nieto de construir una oración con sujeto, verbo y predicado, sin ayuda de tele-prompters y/o ‘chícharos’. Tal vez eso era lo que aplaudían. En medio del intercambio, un alumno se paró, y le dio la espalda al candidato; cruzó los brazos y miró a la puerta de salida, serio, sereno. Aplausos. ‘Respeta’, le refunfuñaban algunos. ‘¡Qué payaso!’. El gesto duró poco más de un minuto. Peña Nieto dejó de hablar repentinamente cuando vio la protesta, y el sonido de los aplausos sepultó su voz. Cuando el alumno se sentó, el candidato priista retomó su respuesta. Concluyó. Nueva ronda de respuestas. El nombre de José Miguel Barberena fue anunciado. Gritos. Ovación. ‘Qué suerte que le tocó a él’, mencionó una joven sonriente, parada en el pasillo de la extrema izquierda, con su celular en la mano y una cartulina a sus pies. José Miguel Barberena se acercó al micrófono, ubicado en el centro del pasillo central, de frente al candidato. “¿Qué valores intenta promover si se presenta más como un producto de la mercadotecnia que como un verdadero político?”. Ovación, de nuevo. Peña Nieto frunce el ceño. La sonrisa se le endurece. Queda inómvil, de piernas cruzadas, como en casi todo el ejercicio. Desestimó la pregunta de Barberena con una respuesta breve. Se acercaba el fin. Las cartulinas se multiplicaban. La mayoría le reclamaban que habla del ‘Caso Atenco’, algunas exigían ‘no más feminicidios’. Algunos recortes de papel, que simulaban el rostro de Salinas de Gortari, aparecían. Peña se reía. Les pedía que los bajaran. “Ya los leí, gracias”.

Anomia’, según la RAE: “1. f. Ausencia de ley. 2. f. Psicol. y Sociol. Conjunto de situaciones que derivan de la carencia de normas sociales o de su degradación.” Peña Nieto, abogado, no supo qué significaba, cuando un alumno le preguntó sobre el imperio de éstas en las carreteras del país. ‘¿Las qué?’, reviró el ex-gobernador. ‘Las anomias’. Peña se estiró, sin pararse la silla, y puso el oído más cerca al micrófono, como para oir mejor. ‘Más claro, por favor’, suplicó Peña Nieto. Un grito surgió de la nada: ‘¡Un tumbaburros!’. El alumno que preguntó regresó al micrófono, entre risas tímidas del público. ‘Qué oso’, dijo mi vecina. ‘A ver, le explico…’, retornó el alumno. Carcajadas. Un guardaespaldas del candidato, regordete, fornido, y moreno, llama por su radio. Oculta sus labios detrás de él. Luego, camina hacia la puerta principal. El resto de guardias permanecen en sus lugares, custodiando los pasillos, la primera fila, y las escaleras para subir al estrado.

Poco sabíamos sobre lo que pasaba fuera. Imaginaba las sillas puestas fuera del Auditorio ocupadas. Una guerra de voces, como en el interior, aunque con menos control. No había a quien interrumpir. De cuando en cuando un grito homogéneo lograba penetrar las paredes: ‘¡Fuera, fuera!’. Cada vez más fuerte. Más tarde supimos qué es lo que había pasado durante la presentación de Peña Nieto, fuera del Auditorio. Que Carolina Viggiano, diputada priista, miembro del equipo de Peña, y esposa del actual gobernador de Coahuila, Rubén Moreira, reñía obnubilada: “¿Para qué lo invitan, si lo van a insultar? Envalentonada a cada reclamo, más tarde afirmó que los manifestantes no eran estudiantes, sino ‘operadores de López Obrador’. Que guardaespaldas del presidenciable encararon a los jóvenes, y a algunos les quitaron algunas pancartas. Que los ‘ectivistas’ que no lograron entrar al Auditorio fueron coordinados por Viggiano para contrarrestar las protestas; al colocarse delante de los ‘anti-peñistas’ y gritar: ¡Peña Presidente! Que Viggiano pedía que ‘alguien controlara a los jóvenes’. Que hubo golpes. Que no los hubo. Insultos mútuos. ‘¡Jodidos!’ ‘¡Vendidos!’ Si es que habían ‘acarreados’, ‘infiltrados’ y ‘operadores externos’, venían, precisamente, en apoyo a Peña. Uno que otro simpatizante del PRD, que sostenía pancartas con el logo del partido; eran estudiantes; ya los había visto en algún lado, caminando en un día de clases normal. Que habían cientos más de máscaras de Salinas, portadas por cientos de alumnos. Que algunas alumnas se pintaron las manos de rojo, analogía de sangre, y embarraron sus cartulinas con sus huellas. Que los ‘ectivistas’, en su mayoría no eran estudiantes de la Ibero. Que un joven, que portaba una máscara de Salinas, fue empujado por simpatizantes de Peña. Que las pancartas eran una misma: ‘Necesito un títere para volver, Salinas’. ‘No queremos títeres’. ‘Todos somos Atenco’. ‘Yo sí tengo memoria’. ‘El PRI no es México’…

Prometió Peña hablar sobre Atenco, después de que un par de alumnos le gritaron asesino mientras un estudiante caminaba hacia el micrófono para formular su pregunta. No lo hizo. No hasta que la paciencia se agotó para algunos, y el ‘tiempo’ al candidato, quien volteaba a ver su reloj cada 5 minutos. Se levantó. Se despidió. Su equipo de seguridad subió para acompañarlo. Y la guerra. La olla express estalló. ‘¡Atenco!’. Una voz. Dos voces. Tres voces. Decenas de voces. ‘¡No te vayas, cobarde!’. ‘¡Asesino!’. Acorralado, sin chaces para huir; debía ‘cumplir su deuda’, Peña Nieto tomó el micrófono de mala gana. Lo golpeó para cersiorarse de que aún continuara prendido. Y habló. “Fue una decisión que asumo personalmente, para restablecer el orden y la paz. Lo hice en el uso legítimo de la fuerza que corresponde al Estado”, y que si bien hubo problemas, “los responsables fueron consignados ante el  poder judicial”. La respuesta no satisfizo a los inconformes. “¡Fuera, fuera!”.  Estruendoso. Las voces de los ‘ectivistas’ murieron ahogadas. Eran la nada. Peña agachó la cabeza. Alzó mano la derecha. Se despidió del techo. Y si se fue, literal, por la puerta de atrás.

Lo esperaban varios alumnos y fotógrafos, a sabiendas de que salía por atrás, justo fuera del piso 1 de la Biblioteca, donde está ubicada una galería de arte; a tan sólo unos metros de la puerta 3. Luego, todo fue muy confuso. Hay quienes dicen que atravesó la biblioteca y salió hacia la explanada. Otros (medios) creen que burló a quienes lo esperaban por donde había salido, y se escondió detrás de sus guardaespaldas, como simulando que no estaba con ellos; que éstos caminaban sólos. Los que estuvimos dentro del Auditorio salimos, apretujados. A pasitos diminutos avanzábamos, detenidos por la multitud, inmensa, que había visto la conferencia afuera del Auditorio. Ocupaban toda la pequeña explanada, y los pasillos adelaños. Un puente que conecta el piso superior de un edificio con otro estaba también repleto. Una locura. Vorágine. Se abrió paso el contingente de guardaespaldas, entre el barullo, la multitud reclamante, los escupitajos verbales, los cordones guindas que dibujaban un perímetro en torno a las puertas del Auditorio. El ‘BUUUU’ nunca fue más rotundo. “La Ibero no te quiere!’, gritó casi toda la Ibero. Por los pasillos enladrillados replicaba el clamor. Temblaba. “Ojalá esto tenga repercusión en los medios”, deseaba Jorge, quien caminaba junto a mí mientras salíamos del Auditorio, esquivando postes y personas inmóviles.

Los ‘unos cuantos’ que estaban en el Auditorio se convirtieron en unos tantos, cientos, tal vez miles. De pronto, alguien advirtió que Peña había sorteado la multitud que le repudió. Que había girado hacia la izquierda. Que caminaba hacia la explanada. Que iba a la estación de radio, Ibero 90.9, a cumplir con una entrevista previamente pactada. Que todo su equipo de seguridad lo secundaba. La multitud corrió (corrimos) tras de él, incluidos fotógrafos y camarógrafos, quienes se apostaron en el pasillo paralelo hacia la explanada y grabaron la huída, el cordón de seguridad trazado a su alrededor, y a la multitud exhuberante que caminaba tan rápido como él. A Peña Nieto lo seguía acompañando el Rector de la Universidad. Los gritos recrudecían. “¡Sólo por las coladeras se escapan las ratas!’. Y fue entonces cuando un grupo de estudiantes se subió a las escalinatas que conducen hacia las oficinas de la Rectoría, colindantes con la explanada central, sostuvieron una gran manta que decía: ‘Todos somos Atenco’. Y desgañitaron tan fuerte como la garganta les soportara: ‘¡Asesino, asesino!’; el ya clásico ‘¡Fuera, fuera!’ y ‘¡Se ve, se siente, Enrique delincuente!’ Y sus brazos en colérico vaivén al cielo, como aventándole proclamas de justicia, divina. Algunos estudiantes, que deambulaban distraídos por aquellos lares, se quedaron viendo la manifestación. Tomaban fotos, como varios reporteros, y uno que otro camarógrafo extraviado. Algunos se unieron, como María, de Comunicación, quien no había entrado a la conferencia, pero confesó su odio a Peña. “Tenía entrega. Pero lo odio”. Un par de simpatizantes de Peña intentaron opacar la manifestación, la más ruda y extrema de todas. Se pusieron de frente a los manifestantes y agitaban sus carteles rojos de ‘ectivismo’. Pero su grito, nuevamente, fue asfixiado. A los pocos minutos se rindieron, bajaron. Se fueron. Seguía el follón. Aparecieron más mujeres, jóvenes, estudiantes, con las manos pintadas de rojo, la cara salpicada de pintura, y playeras blancas, roídas, pringadas del mismo color. Fueron estudiantes, con mochila colgando en la espalda, y libros en su brazo, quienes alzaban el puño y unían su voz con la de los demás. “¡Fuera!” ¡Fuera”. ¿Externos? ¿Sembrados? ¿Operadores? ¿Infiltrados? Si así fue, entonces, venían muy bien ataviados para la ocasión. Con mochilas, libros, y credenciales de la Ibero falsas, de seguro.

Corría como pólvora encendida el rumor; “Peña estaba encerrado en un baño”. Me quedé observando la protesta de la explanada, y no advertí la otra parte de la trama. Cuando revisé mi celular, corrí hacia el edificio P, donde están ubicadas las cabinas de transmisión de Ibero 90.9. Una escalera de caracol que da de frente al estacionamiento de alumnos, muy concurrida, pero no como esperé. Varios jóvenes caminaban hacia otros lados; el estacionamiento o los pasillos del edificio de Diseño y Arquitectura. Algunos se quedaron, platicaban mientras enrollaban sus cartulinas que tenían escritas las mismas consignas de toda la tarde. Me acerqué a un par de jóvenes. Eran alumnas de la Universidad. Les pregunté si era cierto que Peña Nieto había estado encerrado en el baño. Dijeron que sí. Un reportero no estuvo muy seguro de ello: “Pues lo vi que bajó las escaleras, pasó por aquí, pero luego lo perdí de vista. Creo que ya se fue”. Bajé al estacionamiento. Varios reporteros seguían haciendo su trabajo; entrevistaban a los alumnos sobre lo que pasó minutos antes de la conferencia. Sobre las mujeres externas a la Ibero que no podían entrar por la puerta 3, ni salir del campus, hacia la calle; encerradas. Sobre los ‘acarreados’ de la puerta 10. Sobre un supuesto hombre, de traje oscuro y corbata gris, que merodeaba la Universidad por la mañana, horas antes del evento, regalando dinero a los estudiantes, a cambio de hacer preguntas ‘amables’ al candidato. Y entre el desbarajuste y el caos informativo, las denostaciones regadas, la pólvora esparcida, el fulgor rebosado, la fuente de la Ibero fue pintada de rojo. Un manantial de sangre, vigilada por el recuerdo de Atenco.

Ocurrió, según varios medios como Animal Político, ADN Político, e Ibero 90.9, que Peña canceló de última hora su entrevista con la estación de radio de la Universidad. Que preguntó si era ‘estricamente necesario’, y que sus asesores le dijeron que no. Que bajó las escaleras del edificio P. Que se detuvo en el segundo piso del mismo edificio para pasar al baño; que, sin querer, iba a entrar al de mujeres y fue jalado por uno de sus guardaespaldas tras advertir el equívoco. Que un contingente nutrido de alumnos lo vieron, lo sitiaron, le bloquearon toda la salida posible, inundaron la escalera, de ‘pe a pa’. Y le seguían gritando lo mismo. Que permaneció cinco minutos en el baño. Que Peña se espantó. Que tenía la mirada desencajada. Los ojos tristes y derrotados. La sonrisa fumigada. Que se veía más pequeño, aún. Y que “Atenco no se olvida”.

Ocurrió que, 50 segundos de operación le bastaron para salir de una vez por todas. Que llamó al capitán del Estado Mayor Presidencial, Gustavo Cuevas, para discutir cuál sería la estrategia para salir. Que la maniobra evasiva fue exitosa; habían logrado burlar a los ‘turba’ que bloqueaban la escalera, salió frente al Departamento de Arquitectura, giró a la derecha, hacia la cafetería Capeltic, saludó a una estudiante: ‘Adios, señorita’, le dijo, según; caminó unos cuantos metros, pasó de frente al Banco IXE, viró otra vez a la derecha, y entró en un pasillo que bifurcaba: hacia una escalera que conducía a los salones de clase, o directamente al estacionamiento de maestros. Eligió la segunda opción. Aceleró el paso. Una ‘Jeep Liberty’ blindada le esperaba. Entró, sin antes despedir mostrando el pulgar hacia arriba de los alumnos que le seguían increpando, y algunos otros que no gritaban, pero veían desde las ventanas de los salones adyacentes.

Más tarde los directivos priistas empaparon sus plumas en veneno. Que las manifestaciones habían sido operadas por infiltrados de Morena y AMLO, y que los jóvenes ‘revoltosos’ habían sido “entrenados”; sabrá Dios por quién. Como si las ideas disidentes, opositoras, independientes, fueran ‘sembradas’. Pervertidas. Plásticas. Inducidas. “Sino estás conmigo, estás contra mí”. El pensamiento dualista rotundo y ramplón ya no sirve. Es obsoleto. Vetusto. Primitivo. Autoritario. Digno de quienes desconocen que discrepar no es intolerar. Pusilánimes. La Ibero habló. El Rector defendió la libertad de expresión, y la autenticidad de las muestras de repudio. Maquinadas por nadie, más que por el hartazgo genuino, las ideas propias; marca simbólica estudiantil. Por ello, es lamentable que hayan alumnos (compañeros con quienes tomé clase), quienes tengan que permanecer, de momento, en el anonimato, injuriados. Se debe saber lo que pasó, sin maquillajes, ni pena, ni mentiras, ni ocultamientos. Así las cosas deben ser. Porque la verdad nos hará libres.

@Dr_Rigo_Mortis nos cuenta su versión.


La Ibero después de Peña Nieto: Del trino perfecto a la disculpa empresarial




Por Ricardo González @Dr_rigo_mortis

Aunque las autoridades universitarias, públicas y privadas, traten presentarla como una actividad académica, la visita de un candidato o candidata a un campus es un acto político. Pensar que es acto estrictamente académico resulta ingenuo.

Recibir al candidato puntero con máscaras de Salinas de Gortari, teñir de rojo el agua de la fuente. Mantener durante toda la visita un coro incesante de abucheos y porras –dependiendo el tono y contenido de la pregunta-. Asegurarse de que la salida del candidato no sea fácil y que durante todo el trayecto entienda que nos es bienvenido, implica un esfuerzo adicional a lo que sería un esfuerzo espontaneo y meramente visceral.

Para quienes de alguna forma u otra convivimos con la comunidad de la Ibero, no causa necesariamente sorpresa lo sucedido. La Universidad Iberoamericana posee una esfera de discusión pública vibrante, en especial respecto a sus pares privados/católicos como la Universidad Anáhuac o la Universidad Panamericana.

Hay dos comunidades ibero que coexisten en Santa Fe, aquella que podría acercarse más al estereotipo y otra, aquella inmersa en la realidad social que no le es ajena. Una “ibero” crítica, participativa e inclusive combativa.

En la segunda mitad de los noventa, durante mi paso por la ibero, me tocaron las revelaciones de La Buhardilla sobre temas como los patrones de consumo de drogas entre los estudiantes, así como la venta de exámenes de admisión. También vi y experimenté el activismo de la Asamblea Estudiantil frente al establishment de Copsa, la instancia formal de representación estudiantil. Las discusiones eternas junto a la fuente, antes de que se convirtiera en uno de los ceniceros en el campus. Dos huelgas y las respectivas discusiones sobre sí era o no legal y sí debíamos tomar clases extramuros.

Esta actitud crítica y participativa se promueve desde el ideario elaborado por los curas jesuitas: “infundir en todos sus miembros una conciencia viva y operante de los problemas sociales de México, y la consecuente responsabilidad de cooperar para resolverlos.”

No hay sorpresa, lo que pasa es que el acto político del candidato Enrique Peña Nieyo evolucionó, gracias a la creatividad de los estudiantes, en un happing.



Gracias a la atención mediática que generó la visita, pero sobre todo a la cantidad de información difundida a través de las redes sociales, sobre lo que pasó, cómo se interpretó y demás detalles, existe suficiente información para que cada quien se forme su propia opinión.

En lo personal hubo dos textos sobre los hechos con las que me quedo, uno de Oscar Balderas y el otro de Ernesto Nuñez. El recuento que hace el colaborador Iberoradio 90.9, Poncho Puntual, así como las observaciones sobre la cobertura que nos ofrece @antoniomarvel, son bastante recomendables.

Los comentarios y opiniones que intentaban manejas los daños a la campaña del candidato priísta sobraron, desde el desdén del Senador Pedro Joaquín Coldwell hasta la etiqueta de “turbas facistas”, pasando por la ridículo (pero esperado) cabeceo de los periódicos de Mario Vásquez Raña.

Sin embargo, bastó un trino desde la cuenta oficial de la Universidad Iberoamericana en twitter para aplacar la polémica.

Ibero Cd. de México@IBERO_mx


Nuestros alumnos constituyen una comunidad universitaria informada, crítica y que no es ajena a la realidad del país.#BuenCiudadanoIbero
11 May 12
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Debo confesar que me llenó de orgullo ver cómo mi alma mater defendía a sus alumnos y su derecho a expresarse libremente. Salvo el episodio del lanzamiento del zapato, las manifestaciones a favor y en contra se condujeron en la mejor lid democrática y pacífica.

Los roces se los podemos atribuir al candor que produce el activismo en cualquier joven, así como la pifia de logística tanto del equipo del candidato como de la propia universidad.

De las críticas, defensas y pretextos

Ana Paula Ordorica
✔@AnaPOrdorica
11 May 12


@CORCUERAS hola Santiago. Viste los panfletos que estuvo repartiendo desde ayer MORENA?


SANTIAGO CORCUERA C@CORCUERAS


@AnaPOrdorica Estuve ahi desde las 9:30. Me dieron dos o tres papeles, alumnos de la UIA. Sobre Atenco uno de ellos. Diciendo la verdad.
11 May 12
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En estos días he tenido la oportunidad de escuchar y leer las opiniones de la comunidad de ex-alumnos y profesores con la que tengo contacto. La gran mayoría reconocieron en lo sucedido era un uso legítimo de la libertad de expresión, pero el consenso de opiniones se rompía al referirse a los detalles.

Gabriela Warkentin@warkentin


De la @IBERO_mx (mi alma mater) aplaudo su apertura crítica y vocación por el disenso. Quien agrede e insulta sólo se representa a si mismo.
11 May 12
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Las críticas sobre los métodos específicos parecieran hasta cierto punto ociosos, discutir sobre la pertinencia de algunas consignas también resulta innecesario.

Darío Ramírez@expresate33


Afirmar que el diálogo se debe dar únicamente bajo la "cordialidad y lo políticamente correcto", censura las otras formas de expresión.
11 May 12
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Además de ser ciudadanos y estudiantes quienes se manifestaron son también jóvenes. Algunos cuestionamientos son dignos de los estetas de la protesta que poco o nada aportan a la discusión pública. Evocar la unidad y la concordia como prerrequisito al debate público es una falacia que poco ha ayudado a la consolidación de otras democracias.

Es evidente que llamarle a un candidato “asesino” no constituye discurso de odio. Por ello es una lástima escuchar una justificación por demás innecesaria como la ofrecida por el profesor José Carreño, director de la División de Estudios Profesionales. Una expresión que parece más una disculpa empresarial a sus clientes potenciales.

Audio de entrevista con Joaquín López Dóriga

La misma cantaleta de la manipulación de hay profesionales detrás de cualquier signo de inconformidad es algo que resulta inaceptable, tanto por negarle la inteligencia necesaria a los estudiantes pero también por el tufo autoritario que encierra un comentario en ese sentido.

José Carreño, intentando incidir en el ciclo de noticias para minimizar los daños en la imagen de la Universidad, termina por regatear el aplomo con la que la institución defendió las expresiones de sus alumnos. Es decir, la Ibero pasó del trino perfecto a la disculpa empresarial. Qué lástima.

Es claro que las opiniones de José Carreño no son compartidas por toda la comunidad, suenan más a los artilugios del experimentado spin doctor que es, que a los principios y valores del iderio de la Universidad Iberoamericana.

No hay nada por lo que hay que ofrecer disculpa. Lo que vimos es la expresión de jóvenes en un acto político. Bien por los estudiantes, ojalá las autoridades y el resto de la comunidad respondamos a la altura.

Ismael Frías nos cuenta su versión.

La Ibero, respeto y espíritu crítico.

Es curioso el término “tolerancia” ya que parece un poco paradójico. ¿Que es aquello que es posible tolerar? Lo único tolerable es aquello que genera una diferencia inconmensurable con respecto a una perspectiva, una diferencia tan inconmensurable que resulta intolerable…

Hoy el presidente del PRI, Pedro Joaquín Coldwell, habló de los estudiantes de la Universidad Iberoamericana refiriendose a ellos como “intolerantes”y resalto el temple de Enrique Peña Nieto ya que en este encuentro él sí fue tolerante. Igualmente es posible encontrar mucha gente en las redes sociales que se expresa de la Ibero como intolerante e irrespetuosa. ¿La Ibero ya no es ese lugar respetuoso y crítico?.

Hace unos días se celebró el primer debate por la presidencia del país, los candidatos se dedicaron a tirarse basura entre ellos y trataron, en menor medida, de mostrar su proyecto de nación, sin embargo parece que nadie quedó satisfecho con tal encuentro. Los candidatos hablaron de manera abstracta y pocas cosas se prometieron de manera concreta… porque al final las palabras solo son eso, palabras.

Pero si las palabras solamente son eso, ¿en que se puede confiar? ¿cual puede ser un criterio válido para simpatizar con cualquier candidato? Parece que solamente existe algo en concreto que sí puede servir para reflexionar acerca de las posturas que tomamos y no solo políticamente sino en general, las acciones. Estas representan lo único en que se puede confiar ya que puede que solamente éstas muestren un puente entre las palabras y las cosas.

Sin embargo éstas representan un problema de tipo epistemológico, el conocimiento de los hechos del pasado, y más aún cuando se tienen tantos intermediarios para conocer estos… me refiero a un hecho que ha sucedido en el pasado y que, además, está atravesado por la perspectiva de los medios de comunicación. Aunque se le otorgue a los medios un voto de buena fe y los consideremos “confiables” no es posible tener acceso a la totalidad del hecho (y con esto no se pretende decir que en algún momento se pueda). A pesar de esto los hechos sí tienen consecuencias y éstas sí son accesibles, en mayor o menos medida, a quien pretenda mostrar el valor de un hecho.

El principal problema al que se enfrentó Peña Nieto esta mañana no fue a estudiantes “intolerantes” sino a las consecuencias de sus actos y cuando estos son públicos además tienen consecuencias en la vida de otras personas entonces ya están sujetos al juicio. Los gritos de protesta de los alumnos de la Ibero hoy en la mañana no fueron irrespetuosos sino que le otorgaron todo el respeto que se ha ganado el candidato Peña Nieto por medio de las consecuencias de sus actos. Los alumnos no fueron “intolerantes” ya que, bajo la lógica de la tolerancia, de haber tolerado se hubiera mostrado la intolerabilidad de los actos… Se toleran los actos y por eso se protesta contra ellos, de otra manera se hubiera generado una diferencia tal que parecería que éste no fue asunto de los alumnos.

La Universidad Iberoamericana estuvo a la altura, desde sus dirigentes hasta sus alumnos. Se mostró el espíritu universal de la universidad donde hubo respeto ante las opiniones del candidato y hubo el suficiente autorrespeto para disidir, se trató con respeto a quien se lo ganó y el alumnado mostró un espíritu crítico al tomar distancia de las posturas y actos de Peña y levantar la voz.

El verdadero problema con el que se encontró Enrique Peña Nieto es que todo se le salió de control, no contempló que ahora los alumnos de la Ibero son un hueso duro de roer y que su universidad sí se comporta como tal, ¿La Ibero ya no es ese lugar respetuoso y crítico? Sin duda, lo es.

Ismael Frías Valderrábano

Alumno de filosofía de la Ibero.

domingo, 13 de mayo de 2012

@LuisosaOficial nos cuenta su versión.



SI NO VEN TODO EL MATERIAL, ABSTENGANSE DE COMENTAR.
Si no asistieron, si no han leido, si no saben. Infórmense primero.
Si van a comentar, háganlo citando fuentes como lo he hecho yo.



LA IBERO PROTESTA CONTRA ENRIQUE PEÑA NIETO.
LA CRÍTICA Y EL DESPRESTIGIO SIN FUNDAMENTO.
Los medios de comunicación sólo como un soporte de comparación.

SE FILTRA INFORMACIÓN CON CARMEN ARISTEGUI HORAS ANTES
En un grupo creado en Facebook por estudiantes de la Universidad Iberoamericana llamado “Los Candidados a la Presidencia en la UIA” organizaron medidas de protesta contra los candidatos a presentarse. Sin organizadores políticos como lo manifestó el líder de los senadores del PVEM, Arturo Escobar, al decir: “el grupo que buscó insultar y agraviar a Peña Nieto venía acarreado, armado y orquestado por el grupo de López Obrador.” (Fuente:http://www.elarsenal.net/2012/05/11/acusa-escobar-a-amlo-de-abucheos-a-pena-en-la-ibero/)

Sin ningún militante político que organizara “alumnos de varias carreras -principalmente de humanidades- de la Universidad Iberoamericana prepararon un plan para dar, a su manera, labienvenida al candidato a la Presidencia de la República de la Coalición Compromiso por México (PRI-PVEM), Enrique Peña Nieto”. (Fuente:http://www.eluniversal.com.mx/notas/846647.html)

Aquí les dejo capturas del grupo en Facebook.



El fin era criticar, protestar, coordinar mensajes directos contra el candidato del tricolor para su visita del 11 de mayo del 2012 al foro organizado por la misma universidad “Buen Ciudadano Ibero”. Se hizo el llamado principalmente a usar cartulinas, mascaras de Salinas de Gortari y manchar las manos de rojo en referencia a la Masacre de Atenco.

La información se filtró a el periódico El Universal y fue retomada esa misma mañana con Enrique Peña Nieto en entrevista con Carmen Aristegui.

Aquí el audio: http://www.noticiasmvs.com/entrevistas/primera-emision-con-carmen-aristegui/enrique-pena-nieto-candidato-presidencial-del-pri-pvem–289.html

PEÑA NIETO LLEGA A LA IBERO
¿Para qué les cuento? Que no les mientan los medios. Así llegó. Entre desprecio y aplausos que fueron ahogados al final con gritos que anunciaban ‘¡Fuera. Fuera.!’





DURANTE SU EXPOSICIÓN
Prefiero dejar en boca de especialistas su exposición y les comparto este comunidado que hizo la Universidad Iberoamericana, que además resume de lo que se habló.

Comunidado “Enrique Peña Nieto dialogó con estudiantes de la Ibero” :http://www.uia.mx/web/site/tpl-Nivel2.php?menu=mgPrensa&seccion=piInicio_estrategas&sitio=detalle_comunicado.php&id_noticia=966&foto_principal=1#

Y les dejo, además, su participación completa durante el Foro Buen Ciudadano Ibero. Presten atención cómo no da respuesta concretas y evade las preguntas con respuestas vagas:http://www.ustream.tv/embed/recorded/22508936

Y aquí van los videos que hablan más por sí solos en los que se escucha: “Acarreados” “Se ve, se siente, Enrique Delincuente.” “Cobarde” “La Ibero no te quiere”, entre otros.

Corren a Peña Nieto de la Ibero (Video completo)


Protesta de la Ibero contra Peña Nieto


FUERA!! FUERA!! Enrique Peña Nieto huye de la ibero!!


LO EXTRAÑO DEL EVENTO
Mientras Enrique Peña Nieto exponía su discurso en el aula, alumnos de la universidad comenzaron a distribuir información sobre lo sucedido en Atenco. Esto atrajo la atención y el interés de las personas que no sabían la razón de las cartulinas.



Luego de la acción de los estudiantes, más personas comenzaron a cuestionar a Enrique Peña Nieto sobre la Masacre de Atenco, asumió su responsabilidad pero no fue suficiente pues algunos que comenzaron a aplaudir se vieron ahogados por otros que insistieron en llamarlo asesino. Aquí el video.

Entre gritos: ¡Peña Presidente! y ¡ASESINO, FUERA! Reclaman Atenco a Peña Nieto


Luego de que Peña Nieto acepta su responsabilidad sobre caso Atenco, ¿creen que la protesta fue sin fundamento? Haber aceptado los mensajes de las personas significa que tuvo sentido. ¿Qué hay de que esté representando a Salinas de Gortari?

“Mientras en el auditorio el candidato abordaba temas como el conflicto de San Salvador Atenco; los casos de corrupción en Coahuila durante la gestión de Humberto Moreira, y los feminicidios en el Estado de México, afuera un grupo de estudiantes lo abucheaba, gritaba consignas en su contra y mostraba mensajes de protesta.
Una estudiante de nombre Aline Hernández aseguró que su participación en estas protestas fue espontánea, porque ella vive en Toluca (capital mexiquense) y no le gustaría que “desgraciara” el país como hizo con su entidad.” (Fuente:http://aristeguinoticias.com/reciben-con-protestas-a-pena-nieto-en-la-ibero/?utm_source=twitter.com&utm_medium=tweet&utm_campaign=elecciones2012)

Y eso era lo extraño que pasaba en el lugar, porque mientras adentro del Aula José Sánchez Villaseñor de la Universidad Iberoamericana se escuchaban aplausos y ‘Peña Presidente’, afuera insistían con ‘Fuera. Fuera.’

Peña Nieto huye de la IBERO.


Sale huyendo Peña Nieto de la Iberoamericana


CNN publicó un video en el que Peña Nieto responde de que ‘no son genuinas’ las expresiones. (Fuente: http://mexico.cnn.com/videos/2012/05/11/pena-nieto-comenta-la-protesta-en-la-ibero)

Al mismo tiempo CNN publica otro artículo en el que su título no es ni siquiera correspondiente a lo que sucedió. Eran muy pocos los simpatizantes que asistían y por lo mismo, como en toda masa de personas, hay una voz que se escucha más.
¿División? Ni que fuera un partido de futbol.
Aquí el artículo titulado La Visita de Peña Nieto divide a estudiantes en la Ibero:http://mexico.cnn.com/nacional/2012/05/11/la-visita-de-pena-nieto-divide-a-estudiantes-en-universidad-iberoamericana

Otro medios como SDPNoticias.com publicó habían perredistas (Fuente:http://sdpnoticias.com/nota/342618/VIDEO_No_eran_solo_estudiantes_quienes_protestaron_a_Pena_Nieto_en_la_Ibero), pero yo como asistente de lo que pasó, puedo decir que los primeras manifestaciones o el grupo principal no mostraron tendencia política. De que la tienen, la tienen, como yo, pero así como identificaron a los de amarillo también hubo panistas. Que quieran descalificar el movimiento por partidista es una vergüenza porque sin saber el origen de la manifestación que publicó El Universal, los medios se muestran seguros de quién la organizó, y no sólo medios, sino políticos priistas como Pedro Joaquín Coldwell -dirigente nacional del PRI-, quien pide se investigue lo sucedido en el artículo Pide PRI investigación contra estudiantes de la Ibero (Fuente: http://www.eleccion2012mexico.com/noticias/noticia1832-2012-05-11-pide-pri-investigacion-castigo-contra-estudiantes-ibero)

LO QUE NO SALIÓ BIEN Y SE FUE AL BAÑO.
Luego de que la gente lo vió correr, se dijo que Peña Nieto ya no asistiría a la entrevista con Ibero 90.9 por lo que muchos volvieron a sus actividades o comentar lo sucedido, pero alguien escribió en tuiter que el candidato seguía en las instalaciones de la universidad y que estaba atrapado en el baño.

Peña Nieto ante las protestas de la Ibero se queda encerrado en el baño.
Por otro lado los locutores mencionan que el equipo de campaña del candidato lleno de elementos de seguridad la Universidad hasta el grado que solo es comparado con la visita de Fox y Martha a esa universidad cuando llenaron los pasillos con cientos de elementos del Estado Mayor Presidencial.
Este video son comentarios de los conductores que dijeron quedó atrapado.


Pero no quedó atrapado. Aquí las pruebas.

Reacción de EPN ante las protestas en la Ibero. Afuera del baño.


ACARREADOS
Hubo quienes dijeron que los que protestaban eran acarreados de otros partídos políticos o hasta criticaron a los estudiantes de la universidad como intolerantes.


Pulso Ciudadano publicó un artículo en el que declara:



“En la carrera de comunicación desde hace unas semanas se han estado planeando protestas contra los candidatos, JVM y EPN. En este caso se planeó presentarse con pancartas y una máscara de Salinas de Gortari para mostrar la inconformidad que existe frente a este candidato presidencial.
¿Creen que nos haga algo la IBERO? ¿Tomarán acciones contra los que protestamos? Son algunas de las preguntas que surgieron días antes del viernes. La respuesta fue sencilla, estudiamos en una universidad que apoya la libertad de expresión.
El resultado no fue el esperado. Desde temprano los estudiantes se juntaron para acceder al auditorio donde se llevaría a cabo este supuesto diálogo.Antes de las 9 de la mañana los estudiantes se enfrentaron con una realidad diferente, acarreados en la puerta diez esperando para entrar, claramente todos con pancartas que apoyan a Peña Nieto y todos bajando de un camión de la policia.
Estos acarreados llenaron el auditorio en cuestión de minutos dejando a un gran número de estudiantes afuera, cerrándoles el diálogo con el candidato. Como si fuera poco, un cuerpo de seguridad se encargó de checar todas las mochilas y bolsas de las personas que si lograron entrar, no dejándolos pasar con pancartas o máscaras.”(Fuente: http://pulsociudadano.com/2012/05/pena-nieto-llevo-acarreados-a-la-ibero-relato-de-una-estudiante-de-la-uia/)

¿Y siguen creyendo que hubo acarreados de otros partidos? ¿Con qué creen que se pudo haber logrado esto?

Ustedes lectores, que no estuvieron ahí, no vieron la policía, la máxima seguridad, los copetes que se estuvieron repartiendo, los cartones rojos a favor de Peña Nieto.





Les comento que estuvieron ofreciendo $250 pesos para que se mostraran a favor del candidato.
“A las 08:00 horas, con la explanada repleta, comenzó el primer incidente: un grupo de estudiantes acusaron que un hombre de traje oscuro y corbata azul, integrante del equipo de Enrique Peña Nieto, ofrecía 250 pesos a cada joven para que no hiciera preguntas incómodas.” (Fuente: http://www.adnpolitico.com/2012/2012/05/11/la-batalla-de-la-ibero-estudiantes-se-lanzan-contra-pena)
Si las fotos que aquí ustedes ven, ¿creen que no hay incongruencia de que el apoyo dentro del auditorio sea favorable y afuera sea casi nulo? Eso mismo intentó hacer en el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), según esta fuente: http://oaxaca-digital.info/pena-nieto-no-asistio-al-itesm-por-que-no-lo-dejaron-llevar-teleprompter-ni-acarreados/.

LAS MUJERES QUE NO ENTRARON



SPDnoticias.com en el mismo artículo que menciona que habían perredistas (Fuente:http://sdpnoticias.com/nota/342618/VIDEO_No_eran_solo_estudiantes_quienes_protestaron_a_Pena_Nieto_en_la_Ibero) publica un video en el que unas mujeres protestan de igual manera.



“Paralelamente, en una de las entradas de la Universidad se encontraba un grupo de 20 mujeres protestando también contra Peña Nieto, a quienes se les impidió el acceso por no pertenecer al instituto.” (Fuente: http://aristeguinoticias.com/reciben-con-protestas-a-pena-nieto-en-la-ibero/?utm_source=twitter.com&utm_medium=tweet&utm_campaign=elecciones2012)

LAS CRÍTICAS
El dirigente nacional del PRI, Pedro Joaquín Coldwell dice: “la Ibero ya no es la universidad respetuosa y crítica que solía ser”. (Fuente: http://www.sinembargo.mx/11-05-2012/231139)

A lo que en el twitter de la Ibero se responde: Nuestros alumnos constituyen una comunidad universitaria informada, crítica y que no es ajena a la realidad del país. #BuenCiudadanoIbero



Además, el mismo Coldwell define como ‘un puñado de jóvenes que no son representativos de la comunidad de la Ibero’ cuando eran muchísimos alumnos protestanto. Eso sí, admite que no hubo violencia. Su enfoque es más acerca de la crítica y la tolerancia.


Puñado de jóvenes fue intolerante en la Ibero con Peña Nieto.


ESTE ES EL VIDEO MÁS INTENSO QUE HE ENCONTRADO
EPN EN LA IBERO (VIDEO COMPLETO)


REFLEXIONES DE TWITTER
Cierran el paso al auditorio, la pregunta es: cuántos son alumnos y cuántos son militantes?#LaIberoNoVotaEPN @Murmaiden

La Ibero hoy es un espacio orgullosamente inteligente. Cuestionó, contestó, fue democrática. Codwell se queja de eso. @cacaxtla65

Lo que sucedió en la Ibero es un fenómeno que la vieja escuela no comprende. Jóvenes informados, libertad de expresión. Mexico despierta. @Dal_air

El ‘demócrata’ (Coldwell) critica la crítica. Porque la crítica es intolerante. El ‘demócrata’ vuélvese intolerante a la crítica. Ironía. @Fmercu9

Hace años esto no hubiera sucedido, qué bueno que ahora podemos manifestarnos en contra de un partido del que hace años no podíamos hablar. @pawfer

Por que con información y criterio se aplastó hoy a #EPN ‏ @yUPIsEGURA

Peña pensó que por ser el mirrey de mirreyes se le iban a aventar a los besos en la Ibero, ja. ‏@48grados2

“Somos un espacio pensante en donde no toleramos la ingnorancia de peña nieto”:#alumnosdelaibero @cacaxtla65

“La operación de minimizar el acto de repudio en la @Ibero de la visita de peña nieto, en los medios marca la intolerancia del partido”@cacaxtla65

Nosotros (y todos los asistentes presentes, aunque no les guste) sabemos qué hicimos y quiénes somos. Lo demás son paliativos. / Los medios van a decir cantidad de cosas:que fuimos violentos, intolerantes, que no somos estudiantes, que nos pagaron, que somos de AMLO. @RoniquaMorena

Los alumnos de la Ibero no tocamos al candidato a la presidencia. Solo expresamos lo que pensamos de él. @Be77y

No soy de la Ibero, pero sé que mis amigos que van allí tienen sentido común.#laiberonovotaepn #laiberonovotaporepn @elerictronico

ANOTACIONES Y COMENTARIOS FINALES
Un periodista del periódico Reforma se acerca y pregunta si eramos estudiantes. Yo le cuestioné:
¿Las encuestas de que Enrique Peña Nieto va en primer lugar son cierto o no, la neta?
Evadió mi respuesta.
Insistí con la misma pregunta:
¿Las encuestas de que Enrique Peña Nieto va en primer lugar son cierto o no, la neta?
Y sólo levantó los hombros. Le dije: ¡Son mentiras! y sonrió apenado.

¿Cómo va a ser cierto si muchísima gente asiste a protestarle?



¡Los medios de comunicación, políticos y algunos militantes del PRI comenzaron a descalificar la protesta contra Peña Nieto diciendo que no somos alumnos de la Ibero!

Cuidado con lo que leen y ven. Porque sólo dejan entrar a gente que se identifica como parte de la universidad.

OTRAS FUENTES
-Abuchean a EPN en la Ibero, le gritan ¡Fuera! -(http://www.sexenio.com.mx/articulo.php?id=15175)
-Divide Peña entre aplausos y rechiflas a la Ibero – (http://tamaulipas.milenio.com/cdb/doc/noticias2011/6206c695bc31a6043760f5a0087af6ae)
-Peña Nieto es criticado por alumnos de la Ibero – (http://www.quien.com/politica/2012/05/11/pena-nieto-es-criticado-por-alumnos-de-la-ibero)